martes, 21 de septiembre de 2010

Fe: Creer para ver

La mayoría de las veces debido a la desesperación de querer resolver algún problema o salir de alguna situación difícil, pienso en un sin número de soluciones, el ¿qué pasaría si lo resulevo de esta manera o de aquella? ¿qué pasaría si le pido ayuda a tal o cual persona? Pero cuando todos mis débiles recursos se han agotado, volteo hacia el cielo para pedir ayuda divina. Por fin me doy cuenta que por ahí debí haber empezado.

Ahora me pregunto por qué sucede de la misma manera cada vez que estoy en medio de una tormenta. El ser humano (incluyéndome) siempre necesita ver para creer. Mi mente me dice que necesito ver mi examen para creer que realmente merezco la calificación, necesito ver la firma del vendedor de mi nuevo auto para respaldar mi compra, necesito ver a alguien que me ayude a resolver mis problemas, necesito una voz audible que me diga qué tengo que hacer y cómo me puedo sentir mejor, necesito ver el sol que saldrá después de mi día gris.
Por el contrario, Dios me dice que crea para que pueda ver, que tenga fe en Sus planes. Él me quiere enseñar a depender completamente de Él aunque no lo pueda ver o que no pueda escuchar Su voz diciéndome cuál será el propósito y desenlace de mi problema. Tal dependencia pide Dios de manera que pueda caminar con los ojos cerrados en dirección hacia Su voluntad.

"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad." 2 Corintios 12:9a

Aunque durante la tormenta no pueda entender el por qué de la situación, mi fe en el cuidado y control del Creador del universo me permitirá ser paciente para ver Sus propósitos cumplidos en mi vida.

"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." 
Hebreos 11:1,3 y 6




"Querido Señor, soy tan pequeña a lado de Tu grandeza y Tu inmenso poder. Ayúdame por favor a entender que necesito depender de Ti siempre, creyendo que tienes propósitos perfectos y de edificación en cada situación difícil en mi vida."


"La fe mueve montañas y eso tú no conoces.
La fe hace que viva lo que ya estaba muerto,
por la fe cobra aliento.
La fe no admite dudas y no cruza los brazos,
no se sujeta al tiempo, no se rinde al fracaso,
 la fe sigue luchando.
Por la fe estamos vivos, por la fe es que soñamos,
por la fe en Su Palabra cruzaremos el mar,
y lo haremos cantando.
Por la fe levántate y anda, por la fe extiende tus alas.
Nada podrá detener el poder de la fe."
-Anónimo

viernes, 17 de septiembre de 2010

#1

La vida está llena de experiencias, unas gratas y otras tristes, pero al pasar el tiempo quedarán plasmadas en la mente y el corazón para que al voltear atrás pueda aprender de ellas, sobretodo porque son experiencias que están dentro del plan de Dios para mi vida, las cuales Él usa para enseñarme a ser dependiente de Él y a obedecerle.
Ésa es la razón principal de este blog. Dios me ha permitido vivir 21 años y cada día me enseña cosas nuevas que me gustaría compartir contigo.

Así que, quisiera empezar explicando el título del blog. La frase que puedes leer en la parte superior es parte de uno de mis versículos favoritos de la Biblia: "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos." Salmos 32:8
Esta es una promesa de Dios para mí (y puede ser para ti también). Dios es el mayor Maestro y si yo me dejo ser enseñada por Él a través de Su Palabra, Él me mostrará por dónde debo conducirme y cómo debo actuar en cada circunstancia de mi vida. Lo más hermoso es que siempre sentiré Su mirada protectora sobre mí para corregirme cuando sea necesario (y vaya que siempre es necesario) y para cuidarme por supuesto.

No puedo especificar cuándo pero hace pocos años el Señor tuvo misericordia de mí y me mostró que yo le necesitaba. Reconocí mi condición de pecadora y me arrepentí pidiéndole que me ayudara a tomar un rumbo contrario al que llevaba. Creí que Jesucristo tomó forma de hombre y vino a este mundo a morir en la Cruz del Calvario en mí lugar y le pedí que entrara en mi corazón y que reinara en él, siendo el Dueño y Señor de mi vida. Dios comenzó un proceso de transformación en mi vida y siempre le pido que me enseñe el camino en que debo andar.

Puedo decir que mi vida ha comenzado realmente. Dios me ha perdonado y ahora con Su ayuda vivo una vida para Él, reconociendo que sigo teniendo muchísimas fallas y debilidades. Sin embargo, el Señor ha sido fiel a pesar de mí y me sigue amando, perdonando y levantando cada vez que caigo en el camino, gracias a Su misericordia.

Ahora estoy a la espera del cumplimiento de la promesa de mi Señor, de una vida eterna en Su presencia, ya sea a través de Su segunda venida o si decide llamarme antes, estaré cara a cara con mi amado Señor.

"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Más el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."
                                                           Hebreos 10:35-39



¡Dios te bendiga!