Debo admitir que una de las cosas que me cuesta mucho trabajo hacer es leer. Cuando hay libro que es de mi interés, muchas veces salto capítulos para encontrar y leer los que más me llaman la atención.
Esto se vuelve un problema en mi vida espiritual porque sé que no hay manera alguna de conocer más a Dios, que mi relación con Él crezca y sea más íntima si no leo la Biblia y paso tiempo en oración.
Al leer el Salmo 19, Dios mismo me recuerda que Su palabra tiene importantes cualidades que se convierten en razones para leerla y meditarla.
Salmo 19:7-11
7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
11 Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos hay grande galardón.
Las Sagradas Escrituras nos ofrecen tantas bendiciones y beneficios, así como una luz a seguir. No esperemos alguna revelación que nos muestre lo que debemos hacer, abramos la Biblia y conozcamos a Dios.
¿Por qué no empezar hoy?