La mayoría de las veces debido a la desesperación de querer resolver algún problema o salir de alguna situación difícil, pienso en un sin número de soluciones, el ¿qué pasaría si lo resulevo de esta manera o de aquella? ¿qué pasaría si le pido ayuda a tal o cual persona? Pero cuando todos mis débiles recursos se han agotado, volteo hacia el cielo para pedir ayuda divina. Por fin me doy cuenta que por ahí debí haber empezado.
Ahora me pregunto por qué sucede de la misma manera cada vez que estoy en medio de una tormenta. El ser humano (incluyéndome) siempre necesita ver para creer. Mi mente me dice que necesito ver mi examen para creer que realmente merezco la calificación, necesito ver la firma del vendedor de mi nuevo auto para respaldar mi compra, necesito ver a alguien que me ayude a resolver mis problemas, necesito una voz audible que me diga qué tengo que hacer y cómo me puedo sentir mejor, necesito ver el sol que saldrá después de mi día gris.
Por el contrario, Dios me dice que crea para que pueda ver, que tenga fe en Sus planes. Él me quiere enseñar a depender completamente de Él aunque no lo pueda ver o que no pueda escuchar Su voz diciéndome cuál será el propósito y desenlace de mi problema. Tal dependencia pide Dios de manera que pueda caminar con los ojos cerrados en dirección hacia Su voluntad.
"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad." 2 Corintios 12:9a
Aunque durante la tormenta no pueda entender el por qué de la situación, mi fe en el cuidado y control del Creador del universo me permitirá ser paciente para ver Sus propósitos cumplidos en mi vida.
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan."
Hebreos 11:1,3 y 6
"Querido Señor, soy tan pequeña a lado de Tu grandeza y Tu inmenso poder. Ayúdame por favor a entender que necesito depender de Ti siempre, creyendo que tienes propósitos perfectos y de edificación en cada situación difícil en mi vida."
"La fe mueve montañas y eso tú no conoces.
La fe hace que viva lo que ya estaba muerto,
por la fe cobra aliento.
La fe no admite dudas y no cruza los brazos,
no se sujeta al tiempo, no se rinde al fracaso,
la fe sigue luchando.
Por la fe estamos vivos, por la fe es que soñamos,
por la fe en Su Palabra cruzaremos el mar,
y lo haremos cantando.
Por la fe levántate y anda, por la fe extiende tus alas.
Nada podrá detener el poder de la fe."
-Anónimo