Después de varias semanas sin escribir, el Señor ha puesto en mí el deseo de hacerlo nuevamente y compartir con ustedes algunas enseñanzas de Su palabra. La meditación del día de hoy está basada en algunos versículos de Mateo 7.
La oración, y la regla de oro
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
En los próximos meses de este primer semestre del año, me encontraré en la circunstancia de tomar decisiones importantes. Después de leer el pasaje de Mateo 7 recordé que...
Mi vida entera, incluyendo mi fe, deseos, metas , decisiones y acciones deben estar basados y fundamentados en los principios y la voluntad de Cristo (la roca fuerte). De esta manera, a pesar de los obstáculos y dificultades; nada podrá derrumbarme. (versículos 24-29)
Dios tiene promesas para sus hijos y como mi Padre celestial se compromete diciendo que si pido, se me dará; si busco, hallaré; si llamo, se me abrirá. Pero estas promesas se cumplirán sólo si me encuentro en una vida de obediencia y sumisión a Su voluntad y guía.
Si tú te encuentras en una situación similar en la que debes tomar decisiones, mi sugerencia es seguir estos tres sencillos pasos:
1. Fundamenta tu vida en Cristo
2. Sé obediente a Él
3. Pide, busca y llama
gracias a Dios por su Palabra, es de bendición ver cómo El habla de la forma en que menos se lo espera uno. te quiero, Monina
ResponderEliminar¡Dios es fiel¡ un abrazo :)
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