sábado, 26 de marzo de 2011

Idolatría

El pasaje del día de hoy trata sobre el pecado de la idolatría en el ser humano. La realidad es que es muy difícil para el hombre creer en algo que no ve, hablarle a alguien que no es palpable o confiar en alguien que no aconseja de viva voz. Sin embargo, creo que una de las más grandes enseñanzas y mandamientos de Dios al hombre, es el hecho de tener fe; tener la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Por esa razón, desde los inicios de la historia de la humanidad, Dios mandó a los hombres que no se hicieran ídolos o imágenes y las razones se encuentran en el pasaje de Isaías que puedes leer en las siguientes líneas.  No hay más clara explicación que cuando la misma Palabra de Dios alumbra al corazón de una persona y le convence.

Isaías 44:9-20
La insensatez de la idolatría
 9 Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.
    10 ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?
    11 He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.
    12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.
    13 El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa.
    14 Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia.
    15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él.
    16 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: !!Oh! me he calentado, he visto el fuego;
    17 y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.
    18 No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.
    19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol?
    20 De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?

Isaías 46:5-9 

5 ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes?
    6 Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran.
    7 Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le gritan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.
    8 Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores.
    9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí,


Si has tenido dudas en cuanto a adorar y rendirle cuentas a algo más que no es Dios, Él te ha contestado en esta hora. No confíes en una imagen o un ídolo; confía en Dios y escúchale a través de Su Palabra.

"Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás" Lc 4:8b


jueves, 24 de marzo de 2011

Decisiones

Después de varias semanas sin escribir, el Señor ha puesto en mí el deseo de hacerlo nuevamente y compartir con ustedes algunas enseñanzas de Su palabra. La meditación del día de hoy está basada en  algunos versículos de Mateo 7.
La oración, y la regla de oro
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
    8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
    9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
    10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
    11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
    12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
 
 
    24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
    25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
    26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
    27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
    28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
    29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
 
En los próximos meses de este primer semestre del año, me encontraré en la circunstancia de tomar decisiones importantes. Después de leer el pasaje de Mateo 7 recordé que...

Mi vida entera, incluyendo mi fe, deseos, metas , decisiones y acciones deben estar basados y fundamentados en los principios y la voluntad de Cristo (la roca fuerte). De esta manera, a pesar de los obstáculos y dificultades; nada podrá derrumbarme. (versículos 24-29)

Dios tiene promesas para sus hijos y como mi Padre celestial se compromete diciendo que si pido, se me dará; si busco, hallaré; si llamo, se me abrirá. Pero estas promesas se cumplirán sólo si me encuentro en una vida de obediencia y sumisión a Su voluntad y guía.

Si tú te encuentras en una situación similar en la que debes tomar decisiones, mi sugerencia es seguir estos tres sencillos pasos:
1. Fundamenta tu vida en Cristo
2. Sé obediente a Él
3. Pide, busca y llama