miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿A quién iremos?

Hoy en día parece ser que nadie tiene una solución eficaz para los problemas que nuestro país enfrenta. Sin embargo, no hemos de irnos tan lejos ya que muchas veces nos encontramos envueltos en días en los cuales nos sentimos perdidos sin que haya alguien que pueda entendernos o que pueda ayudarnos a dar solución a nuestros problemas.

Cuando Jesús estuvo en la tierra, los judíos esperaban que Él les diera la libertad de los Romanos, quienes los gobernaban. Sin embargo Jesús predicaba la libertad de un cautiverio espiritual de pecado, que era más importante que ser libertados de los mismos Romanos.
Jesús les decía que decía que Él era el Pan de Vida (Jn 6:35), la Luz del mundo (Jn 8:12) y que si conocían la verdad, la verdad les haría libres (Jn 8:32). Jesús les decía a la gente que tenían qué seguirle a Él y Él sería la luz que alumbraría su camino, Él sería el pan que les ayudaría a no tener hambre, que llenaría ese vacío, Él sería quien les daría libertad.

Estas cosas parecían no convencer a los judíos y les era muy pesado seguir al Señor, así  que muchos de los que ya habían decidido seguirle, se volvieron atrás.
"Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna". Juan 6:67-68

Pedro sabía que para seguir a Cristo era necesaria una entrega total a Él. Aún así, él estaba consciente de que sólo Jesús tenía palabras que perdurarían hasta la eternidad.

Las palabras y promesas humanas se las lleva el viento, pero las palabras de Jesús son de vida y vida eterna. ¿Qué se necesita para hacerlas mías? Morir a mí mismo y hacer a Jesús el Señor de mi vida. Esto significa que será Él quien ahora tomará las decisiones en mi vida. Tú me dirás, ¡Eso es ilógico! ¡Nadie puede tomar decisiones por mí! Pero, yo te contestaré, quien mejor que Cristo, quien sabe qué es lo mejor para ti y para mí y quien te ayudará a encontrar el camino indicado.

Jesús te pregunta hoy ¿quieres irte también?

¿Qué le contestarás? 


martes, 9 de noviembre de 2010

Aguijón

2 Corintios 12

El aguijón en la carne
 1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
    2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
    3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
    4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
    5 De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades.
    6 Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí.
    7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
    8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.
    9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
    10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
   

El apóstol Pablo tuvo una experiencia, la cual ni él mismo podía describir a ciencia cierta. Él menciona que conoce aun hombre (él mismo) que fue llevado al paraíso y escuchó allá cosas indescriptibles. Pablo no lo declara explícitamente pero algunos teólogos creen que este suceso ocurrió cuando fue apedreado por predicar a Cristo y muchos lo habían tomado como muerto. Pablo también menciona que Dios le dió un aguijón para no gloriarse por tales experiencias que tuvo y por el hecho de que Dios lo usara para llevar el evangelio a mucha gente.

El apóstol estaba siempre consciente que él era el primero de los pecadores y que su vida no hubiera tenido valor si no se hubiera encontrado con Jesús en el camino a Damasco, día en que Jesús le llamó a vivir para Él. Aún con todo esto, él sabía que el orgullo y la sobrerbia podían apoderarse de él. Por esta razón, le fue puesto un aguijón en la carne, él no menciona cuál es, pero sabía que le había sido puesto para evitar su vanagloria y siempre honrar y glorificar el nombre de Cristo.

Claro está que Pablo consideraba que ese aguijón le ayudaba en su vida espiritual, aún así le causaba dolor y le había pedido a Dios que se lo quitara por lo menos en tres ocasiones; él podía sentir su debilidad.
Por otra parte, el Señor conocía la situación de Pablo, sin embargo, sabía qué era lo mejor para él. Así que le dijo que confiara en Su gracia, pues sería suficiente. Dios le mostró que a través de su debilidad, Su poder se manifestaría.

Pablo entonces entendió que ese aguijón y las afrentas, necesidades, persecuciones, angustias y enfermedades, etc; habían sido mandadas por el Señor para manifestar Su grandeza y Su poder y que fuera Dios mismo el que recibiera la gloria y no Pablo. A través de estas situaciones, Pablo aprendió a gozarse en medio de cada tormenta por la que atravesaba. Al final de su vida, Pablo pudo decir, "porque cuando soy débil, entonces soy fuerte".

Al leer este pasaje me di cuenta que muchas situaciones difíciles en mi vida pueden ser como el aguijón en mi carne. Dios conoce mis necesidades y mis defectos, y en Su calendario ha escogido días o meses enteros para recordarme a través de ese aguijón que debo voltear al cielo y dejarme guiar por Él siempre, entendiendo que tiene planes perfectos para mi vida. Ahora sé que cuando ese aguijón es más doloroso es porque mi comunicación con Dios ha disminuído, porque necesito conocer mi imposibilidad de vivir sin Dios o porque debo recordar que Su poder y amor se manifiestan en mis debilidades.

Querido Dios, gracias por las pruebas, enfermedades y situaciones difíciles que has traído a mi vida y a la de mi familia. Perdóname porque no he actuado como si Tú tuvieras el control total de ellas y te pido que me ayudes a tener gozo en medio de cada situación. Mi Señor, que yo pueda decir como Pablo, "porque cuando soy débil, entonces soy fuerte".



lunes, 18 de octubre de 2010

Papalote

Mamá me ha recordado en varias ocasiones un ejemplo sencillo y práctico de entender la misericordia de Dios y cómo Él decide acercarnos a si mismo. Ella dice que yo soy como un papalote y Dios me sujeta a través de un cordón. Así que yo ando de un lado para otro. Dios me quiere dirigir y atraer hacía Él pero si yo no le permito hacerlo, Él suelta un poquito el cordón dándome una oportunidad. Me sigue mostrando Su propósito a través de Su Palabra pero hago caso omiso. Dios suelta el cordón otro poquito, me da una oportunidad más y me habla de Su amor a través de las personas que le conocen y hablan de Él y hago que no escucho. Nuevamente suelta un poco más, me da otra oportunidad y me muestra Su poder a través de Su creación, algo tan grande que no cabe en el ojo humano, y decido no voltear y continuar con mi vida. Llega un momento en que Él decide dejarme ir y soltar completamente el cordón. No hay vuelta atrás.

"Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". Romanos 5:8

Dios, en Su infinito amor mando a su Hijo unigénito a tomar mi lugar y tu lugar en la Cruz del Calvario. Ahora Él nos da muchas oportunidades para que le entreguemos nuestras vidas completamente a Él. No basta con acudir a una iglesia, no basta con hacer como que me comporto bien, no basta con ayudar a la gente, no basta con decir que creo en Dios. El Señor dice en Mateo 7:21 "No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos"."Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos". Hebreos 12:25

Basta cuando yo reconozco mi vida pecaminosa, pido perdón y decido rendir mi vida y permitirle que haga un cambio de actitud en mi corazón para obedecerle y agradarle en todo y siempre. Lo importante es darme cuenta que no tendré el tiempo que yo desee para esperar y decidirme en seguir a Cristo. Hoy me da Dios una oportunidad, mañana tal vez Él decida soltar el cordón.

El Dios de amor es también el Dios de justicia. Él es justo al poner un límite de oportunidades para cada ser humano y es de temer porque "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" Hebreos 10:31

No sé cuántas oportunidades me quedaban pero hace algunos años rendí mi vida al Señor y le pedí que me sujetara para siempre y fuera mi guía. La pregunta es, ¿cuándo te decidirás tú?¿Cuántas oportunidades más necesitas?¿Estás seguro que ésas que necesitas son las mismas que Dios ha planeado darte?

¡No lo pienses más, hoy es el día de salvación!



sábado, 9 de octubre de 2010

¿Qué es el amor?

¿Un sentimiento? ¿Palabras hermosas? ¿Momentos de placer? ¿Una noche romántica? ¿Entrega total? ¿Miradas cautivadoras? ¿Regalos?
¿Cuál de todas las anteriores será la mejor definición del amor?

Hace unos días platicaba este tema con dos chicas con las cuales he estado conviviendo últimamente y ya que lo he traído en mente decidí publicar una nota acerca de ello.

Así que...
Es muy común que cada persona defina el amor de maneras tan distinas y pueda creer que lo externa en forma diferente a sus seres queridos o más íntimos amigos...

pero, yo me encuentro en medio de la ciudad y lo único que puedo ver a mi derecha e izquierda son tantas historias tristes:

un matrimonio que está en pleitos continuos, un hombre que trata mal a su esposa (o viceversa), la madre/padre que no pone atención a los hijos, los hijos que son rebeldes a sus padres, el amigo que ha volteado la espalda a quien era tan importante para él, el ladrón que no tiene respeto por su vecino, el extorsionador que no se detiene a pensar en sus semejantes y el homicida que no considera a sus víctimas...

y ahora llego a una sola conclusión: el mayor problema en el ser humano es el egoísmo. Tal vez no he hecho muchas cosas de las que están mencionadas en el último párrafo, pero qué tal cuando el egoísmo me hace pensar en mí antes que en cualquier otra persona, cuando me hace ser grosera con alguien aún en mi mente y cuando me hace desear lo peor para las personas que actúan mal.

¿Aún así podré decir, "yo amo a Dios"?

"Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?"

Entonces ¿qué puedo hacer para que el egoísmo sea sustituído por amor?

"En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados."

Cristo ha dado el ejemplo más grande de amor, porque Él es amor.
El saber que Jesús murió en la cruz del Calvario en mi lugar para pagar mis pecados, me causa sentimientos que no puedo explicar. Él pagó por mis errores y mis faltas delante de Dios.

"Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros."

Sé que es difícil amar a quien me ha herido, a quien no ha tenido consideración de mí, a quien se ha burlado a mí, a quien me ha tratado mal, a quien ha terminado con la vida de un hermano en Cristo, a quien ha traído tristeza a la vida de una amiga o de mi madre o mi padre.
Pero Cristo decidió amarme a pesar de que le soy infiel tantas veces,a pesar de que lo niegue con mis hechos, a pesar que le de la espalda cuando todo parece estar bien en mi vida o cuando le reproche alguna circunstancia, a pesar de que solo lo recuerde cuando estoy en apuros o cuando mi madre está muy enferma y a pesar de que no volteo hacia el cielo cuando tengo problemas.

"Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros."

A pesar de lo difícil que es amar a a alguien, Dios promete que si entrego mi vida a Él, reconociendo mis pecados y aceptando su regalo de amor, recibiré Su Espíritu y me hará permanecer en Su amor. Y cuando yo permanezco en Su amor, consecuentemente podré amarle a Él, podré amar a mi pareja durante toda mi vida y podré amar a cualquier persona (aunque me haya hecho algún mal), puesto que estoy en obediencia por fe en Él.

"En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él , y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él."

                                                              (I Juan 4:10-21)


Querido Señor,

Toca mi corazón, ayúdame a voltear a Ti y tomar tu ejemplo de amor, para con tu ayuda poder mostrarlo a las personas con las que Tú has decidido que conviva en esta vida terrenal.

Amén

lunes, 4 de octubre de 2010

Tía Cristy

No muchas personas pueden dejar huella en alguien más, mucho menos en una gran cantidad de personas. Casi siempre son los héroes históricos los que trascienden porque deciden iniciar algún movimiento que ayude a la sociedad a librar algún problema político o social. Pero, ¿cuántos héroes hay que se interesan por tu vida espiritual, trascienden en lo más íntimo de tu corazón y además no se jactan de hacerlo? ¿Cuántos héroes hay que hasta en sus momentos más difíciles te hacen sentir amado y además piden a Cristo que interceda por ti ante el Padre Celestial?
Mamá siempre me hablaba de ella, aunque yo nunca había tenido una plática directa, desde niña supe que era una persona ejemplar, pero más allá de ser ejemplo, era una mujer que amaba a Dios. Ahora puedo decir que desde que empecé a tener contacto directo con ella apenas este mes de marzo y hasta julio que fue la última vez que pudimos conversar, pude ver y palpar su amor por Dios y por las personas a su alrededor. A quien muchas personas le decimos de cariño "Tía Cristy".
Hace una semana, Dios decidió que Tía  Cristy fuera a deleitarse en Su presencia. Después de 15 años de lucha con una enfermedad y años de bendición y de crecimiento espiritual para ella y su familia, el Señor la llevó hasta donde Él, pues de esa magnitud fue Su estima por Su fiel sierva.
Al estar en la ceremonia de despedida a la cual su familia le llamó “La Cosecha”, hubo gente que pasó al frente para decir cómo Tía Cristy había tocado sus vidas, otras personas dejaron sus experiencias plasmadas en un pequeño papelito y otros desde un asiento agradecíamos al Señor por su vida y por lo que nos mostró a través de ella.
 Así que decidí compartir una experiencia personal que tuve con Tía Cristy, la cual tocó mi corazón para siempre. El pasado mes de julio, dos de mis hermanos y yo pasamos tres días en su casa. El primer día fui a tener una pequeña plática a su recámara y planeaba decirle solamente que seguía orando por su salud y quería darle las gracias por su ejemplo de valor y fortaleza aún en su situación tan dolorosa. La verdad es que no pude decir mucho, me miraba con ojos de tanto amor y terminé llorando, hincada enfrente de ella en su silla, sus manos puestas sobre mi cabeza pidiéndole a su Señor que bendijera mi vida y siempre guardara mi corazón. Y siguió orando por algunos minutos. Luego, lo único que yo pude decirle al Señor fue que estaba agradecida por la hermosa mujer que estaba enfrente de mí y le pedí por su salud. Los 15 minutos que pasé allí con ella orando, los hubiera querido repetir los otros dos días que estuve en su casa en esa semana pero no fue posible por su estado de salud. Sin embargo, gracias doy a Dios por ese día, porque en medio de esa recámara, justo allí, Dios la usó para tocar mi vida. Aunque no pude convivir con ella mucho tiempo, ni siquiera un año, Tía Cristy se ha convertido en una de las heroínas que han tocado espiritualmente mi vida. Las últimas palabras que me dijo antes de salir de su recámara siempre estarán en mi mente y corazón, “Hija, busca siempre la belleza interior, ésa es la que le agrada al Señor y la que se verá reflejada en el exterior. Él siempre guardará tu corazón y te ama profundamente”.
“Querido Dios, bendice y fortalece a la familia de Tía Cristy, abrázalos con tu amor. Gracias por su vida y por el tiempo que permitiste que estuviera en medio de nosotros mostrándonos Tu amor y algunas de Tus enseñanzas. Ayúdame a siempre tener mi vista puesta en Ti y a buscar la belleza interior que solamente se da a través del conocimiento de Tu Palabra. Dios, que ese reflejo de tu Hijo Jesús en un utensilio de barro, haga que las almas perdidas caigan rendidas a tus pies”.



“Estimada es a los ojos de Jehová
La muerte de sus santos”. Salmo 116:15

martes, 21 de septiembre de 2010

Fe: Creer para ver

La mayoría de las veces debido a la desesperación de querer resolver algún problema o salir de alguna situación difícil, pienso en un sin número de soluciones, el ¿qué pasaría si lo resulevo de esta manera o de aquella? ¿qué pasaría si le pido ayuda a tal o cual persona? Pero cuando todos mis débiles recursos se han agotado, volteo hacia el cielo para pedir ayuda divina. Por fin me doy cuenta que por ahí debí haber empezado.

Ahora me pregunto por qué sucede de la misma manera cada vez que estoy en medio de una tormenta. El ser humano (incluyéndome) siempre necesita ver para creer. Mi mente me dice que necesito ver mi examen para creer que realmente merezco la calificación, necesito ver la firma del vendedor de mi nuevo auto para respaldar mi compra, necesito ver a alguien que me ayude a resolver mis problemas, necesito una voz audible que me diga qué tengo que hacer y cómo me puedo sentir mejor, necesito ver el sol que saldrá después de mi día gris.
Por el contrario, Dios me dice que crea para que pueda ver, que tenga fe en Sus planes. Él me quiere enseñar a depender completamente de Él aunque no lo pueda ver o que no pueda escuchar Su voz diciéndome cuál será el propósito y desenlace de mi problema. Tal dependencia pide Dios de manera que pueda caminar con los ojos cerrados en dirección hacia Su voluntad.

"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad." 2 Corintios 12:9a

Aunque durante la tormenta no pueda entender el por qué de la situación, mi fe en el cuidado y control del Creador del universo me permitirá ser paciente para ver Sus propósitos cumplidos en mi vida.

"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." 
Hebreos 11:1,3 y 6




"Querido Señor, soy tan pequeña a lado de Tu grandeza y Tu inmenso poder. Ayúdame por favor a entender que necesito depender de Ti siempre, creyendo que tienes propósitos perfectos y de edificación en cada situación difícil en mi vida."


"La fe mueve montañas y eso tú no conoces.
La fe hace que viva lo que ya estaba muerto,
por la fe cobra aliento.
La fe no admite dudas y no cruza los brazos,
no se sujeta al tiempo, no se rinde al fracaso,
 la fe sigue luchando.
Por la fe estamos vivos, por la fe es que soñamos,
por la fe en Su Palabra cruzaremos el mar,
y lo haremos cantando.
Por la fe levántate y anda, por la fe extiende tus alas.
Nada podrá detener el poder de la fe."
-Anónimo

viernes, 17 de septiembre de 2010

#1

La vida está llena de experiencias, unas gratas y otras tristes, pero al pasar el tiempo quedarán plasmadas en la mente y el corazón para que al voltear atrás pueda aprender de ellas, sobretodo porque son experiencias que están dentro del plan de Dios para mi vida, las cuales Él usa para enseñarme a ser dependiente de Él y a obedecerle.
Ésa es la razón principal de este blog. Dios me ha permitido vivir 21 años y cada día me enseña cosas nuevas que me gustaría compartir contigo.

Así que, quisiera empezar explicando el título del blog. La frase que puedes leer en la parte superior es parte de uno de mis versículos favoritos de la Biblia: "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos." Salmos 32:8
Esta es una promesa de Dios para mí (y puede ser para ti también). Dios es el mayor Maestro y si yo me dejo ser enseñada por Él a través de Su Palabra, Él me mostrará por dónde debo conducirme y cómo debo actuar en cada circunstancia de mi vida. Lo más hermoso es que siempre sentiré Su mirada protectora sobre mí para corregirme cuando sea necesario (y vaya que siempre es necesario) y para cuidarme por supuesto.

No puedo especificar cuándo pero hace pocos años el Señor tuvo misericordia de mí y me mostró que yo le necesitaba. Reconocí mi condición de pecadora y me arrepentí pidiéndole que me ayudara a tomar un rumbo contrario al que llevaba. Creí que Jesucristo tomó forma de hombre y vino a este mundo a morir en la Cruz del Calvario en mí lugar y le pedí que entrara en mi corazón y que reinara en él, siendo el Dueño y Señor de mi vida. Dios comenzó un proceso de transformación en mi vida y siempre le pido que me enseñe el camino en que debo andar.

Puedo decir que mi vida ha comenzado realmente. Dios me ha perdonado y ahora con Su ayuda vivo una vida para Él, reconociendo que sigo teniendo muchísimas fallas y debilidades. Sin embargo, el Señor ha sido fiel a pesar de mí y me sigue amando, perdonando y levantando cada vez que caigo en el camino, gracias a Su misericordia.

Ahora estoy a la espera del cumplimiento de la promesa de mi Señor, de una vida eterna en Su presencia, ya sea a través de Su segunda venida o si decide llamarme antes, estaré cara a cara con mi amado Señor.

"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Más el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."
                                                           Hebreos 10:35-39



¡Dios te bendiga!