miércoles, 11 de abril de 2012

¿Por qué no empezar hoy?


Debo admitir que una de las cosas que me cuesta mucho trabajo hacer es leer. Cuando hay libro que es de mi interés, muchas veces salto capítulos para encontrar y leer los que más me llaman la atención. 
Esto se vuelve un problema en mi vida espiritual porque sé que no hay manera alguna de conocer más a Dios, que mi relación con Él crezca y sea más íntima si no leo la Biblia y paso tiempo en oración.

Al leer el Salmo 19,  Dios mismo me recuerda que Su palabra tiene importantes cualidades que se convierten en razones para leerla y meditarla.

Salmo 19:7-11


 7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
    El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
   
 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
    El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
   
 9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
    Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
   
 10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
    Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
   
 11 Tu siervo es además amonestado con ellos;
    En guardarlos hay grande galardón.

Las Sagradas Escrituras nos ofrecen tantas bendiciones y beneficios, así como una luz a seguir. No esperemos alguna revelación que nos muestre lo que debemos hacer, abramos la Biblia y conozcamos a Dios.

¿Por qué no empezar hoy?



martes, 3 de enero de 2012

¿Qué falta?

El pasaje de Hechos 10 comienza con la descripción de un hombre que a los ojos de cualquier persona que lea lo que se dice de él puede parecerle un hombre completo, pleno y recto delante de Dios: 

"Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre."

¡Parece que este hombre era muy bueno! A pesar de ello, Dios le mostró que había algo más. ¡Necesitaba escuchar el mensaje de salvación! Un ángel de Dios le dijo en visión que debía mandar llamar a Pedro, discípulo del Señor para conocer qué era aquello que le faltaba hacer. 

Yo no sé si Cornelio creía que algo le faltaba, si por algún momento en su mente pasó la idea de que el tener temor de Dios, dar limosna y orar a Dios siempre no era suficiente en su vida. Pienso que él tenia un buen testimonio delante de toda la gente y era tan ejemplar junto con su familia. Él pudo continuar con su vida y hacer caso omiso del mensaje del ángel pero sin duda él fue humilde al creer en el mensaje e inmediatamente mandar llamar a Pedro.

Cuando Pedro llegó a casa de Cornelio hablo lo que Dios le había inspirado a decir. Lee y descubre qué era aquello que Cornelio aún no había hecho.


34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,
    35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.
    36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.
    37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan:
    38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
    39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero.
    40 A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase;
    41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.
    42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
    43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.


¡Así es! Lo que Cornelio aún no había hecho era creer en Jesús y arrepentirse de sus pecados confesándolos a Aquel quien es el único que puede perdonarlos. Sin duda alguna, Cornelio hacía su mejor esfuerzo para hacer cosas buenas y no fallar delante de Dios pero lo seguía haciendo de alguna manera. La misma Biblia dice que todos hemos pecado (Romanos 3:23) y Cornelio estaba incluído ahí así como tú y yo lo estamos. 

El punto principal es que él se había saltado el primer paso en una comunión íntima e integra delante de Dios: creer en Jesús como su único y suficiente Salvador de una muerte eterna separado de Dios y pedir perdón por sus pecados.

Cornelio decidió dar el paso que le faltaba, no lo dudó. Después del mensaje de Pedro, Cornelio y los suyos creyeron. El último versículo de este pasaje dice: Y (Pedro) mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días." Ellos querían seguir aprendiendo de Jesús.

Es posible que te hayas identificado con este personaje. Tal vez ya creíste pero no vives una vida santa y recta delante de Dios o tal vez ni siquiera haces algo de lo que Cornelio hacía. Si estás en cualquiera de estas situaciones puedes entender que Dios te está llamando a una vida limpia no a través de tus propios esfuerzos, sino mediante la ayuda de Cristo quien ya ha hecho todo lo necesario para que tú y yo podamos disfrutar de una vida espiritual completa en él.  

Después de esta historia que Dios te ha mostrado, ¿decidirás creer en Jesús y pedirle a Cristo que salve y cambie tu vida? Recuerda que ningún esfuerzo humano nos podrá salvar de la condenación eterna sino la sangre de Cristo derramada en la cruz del Calvario. 



sábado, 23 de julio de 2011

"...porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia..."

Hace un mes transitaba por una avenida con mi madre, una tía y sus pequeñas de 1 y 5 años. De pronto algo inesperado interrumpió nuestra agradable conversación; era el sonido de disparos dirigiéndose de un lado de la avenida al otro, justo por donde íbamos a pasar. Mi madre no podía cambiar de dirección porque involucraba quedarse un par de minutos en medio del fuego cruzado; así que decidió acelerar. Por la ventana pude ver al muchacho que disparaba a dos metros de distancia de nuestra camioneta. Hubo disparos antes y después de que la camioneta pasara en frente de este hombre.
Reconocemos que fue Dios quien nos protegió e hizo que el hombre no disparara, algo que este tipo de personas no hacen regularmente. ¡Dios tiene misericordia de sus hijos!  

Al siguiente sábado estando en la reunión de jóvenes, Wicho (uno de los jóvenes de ejemplo en esta reunión) nos compartía sobre Jonás, un personaje bíblico muy conocido. Él nos recordaba cómo Jonás había "huido" de la presencia de Jehová para no ir a Nínive a predicar un mensaje de destrucción por el pecado de las personas que ahí vivían. Los ninivitas se arrepintieron y Dios tuvo misericordia.

Pero Jonás se enojó...

1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.
    2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.
    3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
    4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?
    5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad.
    6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.
    7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.
    8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.
    9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.
    10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.
    11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?



Dios decidió tener misericordia de los ninivitas a pesar de la actitud de Jonás.

La decisión de Dios tal vez no vaya con nuestra manera de pensar hoy en día porque ¡cómo desearíamos que esto terminara de una buena vez y que los hombres que irrumpen la paz en las calles simplemente dejaran de existir!

A pesar de las cosas malas tan pequeñas o tan grandes y horribles que suceden día con día y a pesar de nosotros; cuando el hombre se arrepiente, hay un Dios clemente y piadoso, tardo en enojarse, y de grande misericordia.

Dios puede restaurar nuestra nación, darle perdón y  tener misericordia como la tuvo con el pueblo de Nínive y de la misma manera  como restauró a sus habitantes; la clave está en la decisión de arrepentirse de manera geniuna.


¡HAY ESPERANZA!



miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?

Mateo 7

7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?



Hoy me doy cuenta de la condición en que Cristo me ama; teniendo una naturaleza pecaminosa y de tendencia a la comodidad y satisfacción personal. Él sigue siendo fiel a sus promesas protectoras y paternales.

Leyendo el pasaje del día de hoy, vino a mi memoria un suceso que repentinamente sacudió mi vida y la de mi familia hace 5 años. Mamá fue diagnosticada con cáncer. En ese año estaba estudiando en la preparatoria y recuerdo que algunas de mis clases simplemente "pasaron de noche" por falta de concentración. 

Sí, yo sabía que Dios estaba en control y sin embargo me sentía muy angustiada. Esta enfermedad es sinónimo de tristeza y fatalidad, así que ése era mi pensamiento todo el tiempo. Después de un par de meses, Dios concedió una solución a la enfermedad a través de una operación y todo volvió a la normalidad. ¡A Él sea el honor!

Durante esos meses, todo giraba a tiempos de oración al Padre para pedir por sanidad y recuperación. Él contestó y mostró su misericordia, sin merecerla. A partir de ese año, Dios ha destinado situaciones similares en mi familia para seguir trabajando en nuestra confianza y fe en su voluntad, sabiendo que no somos nada sin su presencia en medio nuestro.


"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Salmos 8:3-4

¡Gloria y honra al Padre quien en su amor pone sus ojos en sus hijos para guiarlos por el camino de vida eterna!







(Esta canción me la enseñó un compañero de la preparatoria justo el día del del diagnóstico de mamá, así que es muy especial y trae a la memoria muchos recuerdos) 

lunes, 18 de abril de 2011

La mano de Dios no se ha acortado

La situación en la cual vivimos hoy en día en nuestro país y más palpable, en nuestra ciudad, tiene un origen, múltiples consecuencias, pero gracias a Dios también tiene solución.
A veces nos preguntamos si Dios se ha olvidado, si hace caso omiso de nuestra situación pero Su Palabra es fiel y dice que Su mano no se ha acortado para salvar. Por el contrario, el pecado del hombre ha creado una barrera y ha hecho que se aleje de Dios.
Toma un tiempo para leer este pasaje y reflexionar sobre él. Si reconoces algún pecado que Dios menciona, arrepiéntete y pídele que transforme tu vida. Yo encontré muchos en los que he caído y Dios ha extendido Su mano para salvarme.

Isaías 59 (Reina-Valera 1960)


 1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;     2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
    3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.
    4 No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad.
    5 Incuban huevos de áspides, y tejen telas de arañas; el que comiere de sus huevos, morirá; y si los apretaren, saldrán víboras.
    6 Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos.
    7 Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos.
    8 No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.
    9 Por esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad.
    10 Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos.
    11 Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos justicia, y no la hay; salvación, y se alejó de nosotros.
    12 Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados:
    13 el prevaricar y mentir contra Jehová, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira.
    14 Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir.
    15 Y la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho.
    16 Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia.
    17 Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto,
    18 como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa.
    19 Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.
    20 Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.
 
    21 Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.

sábado, 26 de marzo de 2011

Idolatría

El pasaje del día de hoy trata sobre el pecado de la idolatría en el ser humano. La realidad es que es muy difícil para el hombre creer en algo que no ve, hablarle a alguien que no es palpable o confiar en alguien que no aconseja de viva voz. Sin embargo, creo que una de las más grandes enseñanzas y mandamientos de Dios al hombre, es el hecho de tener fe; tener la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Por esa razón, desde los inicios de la historia de la humanidad, Dios mandó a los hombres que no se hicieran ídolos o imágenes y las razones se encuentran en el pasaje de Isaías que puedes leer en las siguientes líneas.  No hay más clara explicación que cuando la misma Palabra de Dios alumbra al corazón de una persona y le convence.

Isaías 44:9-20
La insensatez de la idolatría
 9 Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.
    10 ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?
    11 He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.
    12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.
    13 El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa.
    14 Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia.
    15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él.
    16 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: !!Oh! me he calentado, he visto el fuego;
    17 y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.
    18 No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.
    19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol?
    20 De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?

Isaías 46:5-9 

5 ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes?
    6 Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran.
    7 Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le gritan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.
    8 Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores.
    9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí,


Si has tenido dudas en cuanto a adorar y rendirle cuentas a algo más que no es Dios, Él te ha contestado en esta hora. No confíes en una imagen o un ídolo; confía en Dios y escúchale a través de Su Palabra.

"Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás" Lc 4:8b


jueves, 24 de marzo de 2011

Decisiones

Después de varias semanas sin escribir, el Señor ha puesto en mí el deseo de hacerlo nuevamente y compartir con ustedes algunas enseñanzas de Su palabra. La meditación del día de hoy está basada en  algunos versículos de Mateo 7.
La oración, y la regla de oro
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
    8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
    9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
    10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
    11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
    12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
 
 
    24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
    25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
    26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
    27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
    28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
    29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
 
En los próximos meses de este primer semestre del año, me encontraré en la circunstancia de tomar decisiones importantes. Después de leer el pasaje de Mateo 7 recordé que...

Mi vida entera, incluyendo mi fe, deseos, metas , decisiones y acciones deben estar basados y fundamentados en los principios y la voluntad de Cristo (la roca fuerte). De esta manera, a pesar de los obstáculos y dificultades; nada podrá derrumbarme. (versículos 24-29)

Dios tiene promesas para sus hijos y como mi Padre celestial se compromete diciendo que si pido, se me dará; si busco, hallaré; si llamo, se me abrirá. Pero estas promesas se cumplirán sólo si me encuentro en una vida de obediencia y sumisión a Su voluntad y guía.

Si tú te encuentras en una situación similar en la que debes tomar decisiones, mi sugerencia es seguir estos tres sencillos pasos:
1. Fundamenta tu vida en Cristo
2. Sé obediente a Él
3. Pide, busca y llama